Para afirmar que existe un divorcio entre la oferta y la demanda laboral, se necesitaría contrastar la opinión de los egresados con la de los Gerentes de Recursos Humanos. De eso trata este informe (Hablan los Jefes)
CRÍTICA
Es alarmante las cifras del informe, más aún cuando uno ha optado por estudiar la carrera de la abogacía, sin embargo no deja de ser real.
La elección de una carrera profesional debería implicar el conocimiento de la gama de carreras que presenta cada universidad y de las posibilidades que esta carrera tiene en el mercado, sin embargo la información suele ser vaga o tomada en forma somera. Esta sería una de las explicaciones a que tantos jóvenes opten por carreras como derecho, administración o educación, llegando a saturar el mercado laboral, y como el autor indica generando frustración y migración.
Otro aspecto importante que se destaca en el informe es sobre el nivel educativo y prestigio que tiene cada universidad, lo que tiene incidencia a la hora de elegir a un profesional para ocupar un puesto laboral.
Actualmente en el mercado existen diversas universidades, el estado ha propiciado la creación de estas en forma “masiva” por así decirlo, omitiendo exigir un nivel determinado, lo que ha originado que los profesionales no sean requeridos por diversos sectores empresariales. Son lo jóvenes que optan por estas universidades los más perjudicados al no conseguir un adecuado empleo que les permita desarrollarse profesionalmente. Ante esto es necesario que el estado como ente regulador del mercado intervenga a fin de controlar la creación de universidades, exigiendo un nivel mínimo en la formación profesional.
Son muchos los factores que determinan el nivel académico de una universidad, así por ejemplo es necesario contar con catedráticos titulados y especializados, contar con suficiente bibliografía de acuerdo a cada carrera y especialidad, entre otros.
Este tema nos lleva de igual forma a mencionar, la cantidad y calidad de bibliotecas que encontramos dentro y fuera de las universidades, es paradójico indicar que existen decenas de universidades y que no haya bibliotecas para la preparación de estos futuros profesionales, si hay que mencionar tal vez la única es la Biblioteca Nacional , que actualmente cuenta con una nueva sede en San Borja, cuyas salas no están abiertas al público en general, ya que sólo atienden a investigadores debidamente acreditados.
Son pocas las universidades que cuentan con bibliotecas debidamente implementadas, con bibliografía actual tanto nacional e internacional, como es el caso de la Universidad Católica , Lima, Ricardo Palma, San Marcos. En el caso de las demás cuentan con bibliotecas modestas, a pesar de ser muchas de ellas universidades particulares.
Todos estos aspectos hacen que el nivel de los profesionales sea cuestionados, y si a esto le agregamos que muchos de ellos no cuentan con un perfil personal para cubrir ciertas plazas, la situación empeora. Lamentablemente dentro de la formación profesional en las universidades no se toma en cuenta la inteligencia emocional.
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